🖼️ Museo Thyssen-Bornemisza Madrid: obras maestras imprescindibles, visita guiada e información práctica
A pocos pasos del Paseo del Prado, en pleno Triángulo de Oro del Arte madrileño, el Museo Thyssen-Bornemisza despliega una colección excepcional de pinturas occidentales, desde el Renacimiento italiano hasta el arte contemporáneo. Esta joya, ubicada en el antiguo Palacio de Villahermosa, complementa a la perfección al Prado y al Reina Sofía, ofreciendo un recorrido único del siglo XIII al XX.
Un verdadero viaje por la historia del arte, el Thyssen cautiva tanto a los apasionados como a los visitantes curiosos: maestros flamencos y holandeses, romanticismo inglés, impresionismo francés, expresionismo alemán, hasta llegar a las obras modernas estadounidenses y los íconos del pop art como Roy Lichtenstein. Gracias a una escenografía clara y dinámica, cada sala se convierte en una parada imprescindible para comprender la evolución artística de Europa y del mundo.
En las siguientes líneas, déjese guiar por la fascinante historia del Museo Thyssen-Bornemisza y explore los tesoros que lo rodean, desde la Fuente de Neptuno hasta el monumento a Miguel de Cervantes. Descubra después toda la información práctica para organizar su visita — horarios, tarifas, visitas virtuales — antes de sumergirse en una selección comentada de 15 obras maestras imprescindibles, procedentes de la colección permanente y de la colección Carmen Thyssen. Finalmente, disfrute de mis sugerencias de pausas gastronómicas cercanas y de un exclusivo mapa interactivo que reúne todos los lugares mencionados, los transportes disponibles y mucho más. Prepárese para vivir una auténtica inmersión artística en pleno corazón de Madrid.
📑 Sumario
📜 Museo Thyssen-Bornemisza: de colección privada a tesoro nacional
La historia del Museo Nacional Thyssen-Bornemisza es la de una colección familiar excepcional, pacientemente reunida por generaciones de amantes del arte, antes de convertirse en una de las joyas culturales de España.
Todo comienza en el siglo XX, con el barón Heinrich Thyssen-Bornemisza (1875–1947), magnate germano-húngaro del acero y coleccionista ilustrado. Heredero de una estirpe aristocrática cosmopolita, reunió un primer conjunto de obras antiguas, principalmente flamencas, italianas y alemanas. Pero fue sobre todo su hijo, Hans Heinrich Thyssen-Bornemisza (1921–2002), quien dio a la colección su proyección mundial. Casado con la socialité española Carmen Cervera (la baronesa Thyssen), enriqueció los fondos de manera espectacular: pintura inglesa, expresionismo alemán, arte estadounidense del siglo XX… nada escapaba a su mirada ecléctica.
A finales de los años 80, mientras Estados Unidos y otros países cortejaban la colección, España aprovechó la oportunidad. Gracias a una hábil negociación entre el Estado y la baronesa, la colección principal fue adquirida en 1993, con un acuerdo complementario para parte de las obras personales de Carmen Thyssen (que aún se exhiben en rotación).
El marco del museo está a la altura de su colección. El edificio principal es el Palacio de Villahermosa, un palacio urbano del siglo XVIII, construido en el estilo neoclásico madrileño. Antaño residencia aristocrática, fue renovado cuidadosamente entre 1989 y 1992 por el arquitecto Rafael Moneo, galardonado con el premio Pritzker. El reto: crear un diálogo fluido entre historia y modernidad, luz natural y conservación museística.
El resultado es sobresaliente: un recorrido cronológico claro, volúmenes amplios, cálidas maderas, suelos de mármol y parquet, y una iluminación sutil que acompaña al visitante sin robar nunca protagonismo a las obras.
Hoy, el Thyssen se compone de tres secciones principales:
- La colección permanente (en el corazón del museo), adquirida por el Estado.
- Las obras de la colección Carmen Thyssen, presentadas en rotación.
- Las exposiciones temporales, a menudo audaces y transversales.
Este tríptico, único en su género, convierte al museo en un lugar de continuidad artística, pero también de contraste, donde lo antiguo coquetea sin miedo con lo contemporáneo.
🌟 Qué ver alrededor del Museo Thyssen-Bornemisza antes de la visita
Antes incluso de cruzar las puertas del Museo Thyssen-Bornemisza, tres elementos monumentales llaman la atención y merecen una breve parada: forman una especie de preludio escultórico y simbólico a la visita.
A ⛲ Fuente de Neptuno — El dios de los mares en el corazón de Madrid
Situada justo debajo del museo, en la Plaza de Cánovas del Castillo, la Fuente de Neptuno (Fuente de Neptuno) es uno de los monumentos más emblemáticos de Madrid. Encargada a finales del siglo XVIII bajo el reinado de Carlos III, forma parte de un conjunto de fuentes monumentales dedicadas a los dioses de la Antigüedad.
Realizada entre 1780 y 1786 por el escultor Juan Pascual de Mena, la fuente representa a Neptuno, dios de los mares, de pie sobre un carro en forma de concha tirado por dos caballos marinos. Con la mano izquierda sostiene un tridente y con la derecha una serpiente marina, símbolos de su poder sobre las aguas. La pila circular está rodeada de delfines y criaturas mitológicas.
Hoy es un lugar de encuentro muy conocido por los aficionados del Atlético de Madrid, además de un punto central del barrio de las artes, rodeado de tres instituciones principales: el Prado, el Reina Sofía… y el Thyssen.
B 🕊️ Monumento a los Caídos por España — Una memoria esculpida
En la acera justo frente a la entrada principal del museo se encuentra un conjunto discreto pero profundamente cargado de significado: el Monumento a los Caídos por España.
Inaugurado en 1840 y reformado en varias ocasiones, este monumento rinde homenaje a los soldados españoles muertos en combate, en todas las guerras. Consta de una estela vertical adornada con guirnaldas, coronada por una cruz y, a menudo, decorada con flores o banderas en ceremonias oficiales.
Sencillo, sobrio, casi silencioso, invita a la reflexión y se integra en el entorno del museo como un recordatorio de que el arte y la historia son también espejos de las luchas, esperanzas y sacrificios de un pueblo.
C 🟢 Estatua de Miguel de Cervantes
Justo frente a la entrada del Museo Thyssen-Bornemisza, en la Plaza de las Cortes, se alza con orgullo la estatua de Miguel de Cervantes, homenaje al mayor escritor español de todos los tiempos. Inaugurada en 1835, esta obra de bronce realizada por Antonio Solá representa al autor de Don Quijote de pie, con la mano izquierda sosteniendo un pergamino en gesto de dirigirse a sus lectores, mientras su mirada parece escrutar el horizonte intelectual de España.
El pedestal de granito lleva una placa dedicada a “Miguel de Cervantes Saavedra”, con símbolos literarios en relieve, en una ornamentación sobria pero solemne. La obra está instalada en una pequeña plaza arbolada que crea un marco propicio para la contemplación, en pleno corazón del barrio literario, el Barrio de las Letras. A pocos pasos del museo, este monumento enlaza la cultura pictórica del Thyssen con el genio literario español.
👉 No se pierda la perspectiva que ofrece la Calle del Prado, con las elegantes fachadas del Congreso de los Diputados al fondo — un escenario que refuerza la dimensión cívica de este monumento emblemático.
ℹ️ Visitar el Museo Thyssen-Bornemisza: información y consejos
Una entrada para el Museo Thyssen-Bornemisza le abre las puertas a su colección permanente y a las obras de la colección Carmen Thyssen, un viaje único desde la Edad Media hasta el arte contemporáneo. También incluye las exposiciones temporales del momento. Entre obras maestras universales y descubrimientos inéditos, cada visita es una oportunidad para explorar Madrid a través de siglos de historia del arte, en un entorno prestigioso.
ℹ️ Visitar el Museo Thyssen-Bornemisza en Madrid: Información práctica
- 🕒 Horarios:
Lunes: de 12:00 a 16:00
De martes a domingo: de 10:00 a 19:00
12 de octubre: de 13:00 a 19:00
24 y 31 de diciembre: de 10:00 a 15:00
Cerrado el 1 de enero, 1 de mayo y 25 de diciembre - 💶 Tarifa general:
Entrada general: 14 €
Entrada + Audioguía: 19 €
Tarjeta Paseo del Arte (Museo Thyssen-Bornemisza + Museo del Prado + Museo Reina Sofía): 32,8 € - 🏷️ Tarifa reducida: 10 €
(Estudiantes y mayores de 65 años) - 🆓 Entrada gratuita:
Todos los lunes
Sábados de 21:00 a 23:00 (exposiciones temporales)
Jóvenes y menores de 18 años
18 de mayo y 12 de octubre - 🎟️ Taquilla: En el lugar o en línea
- ⌛ Duración de la visita: Entre 1h15 y 3h30
- 💡 🎥 Visitas virtuales:
El Museo Thyssen-Bornemisza ofrece visitas virtuales gratuitas e interactivas: recorra las salas en línea, haga zoom en las obras y admire cada pieza maestra desde casa.
🖼️ Colección permanente 🎨 Colección Carmen Thyssen
🎨 15 Obras maestras que no hay que perderse en el Museo Thyssen-Bornemisza de Madrid
Sumérjase en el corazón del Museo Thyssen-Bornemisza de Madrid con esta guía dedicada a 15 obras maestras imprescindibles. Antes de comenzar su visita, consulte un plano ilustrado del recorrido que indica la sala y la planta en la que se encuentra cada cuadro. Esta herramienta práctica le permite preparar su itinerario, visualizar mejor la disposición de las obras e incluso enriquecer su visita virtual desde casa.
Siga paso a paso esta visita guiada por el Museo Thyssen-Bornemisza: cada sala le transporta a una época y a un estilo—del gótico italiano al arte moderno—pasando por los maestros flamencos y holandeses. Una inmersión única en la historia de la pintura occidental, como si fuera acompañado por un guía privado.
- 1Retrato de Giovanna degli Albizzi Tornabuoni
- 2Retrato de Enrique VIII
- 3Joven caballero en un paisaje
- 4Jesús entre los doctores
- 5Gran Canal desde San Vio
- 6Grupo familiar ante un paisaje
- 7Autorretrato con gorra
- 8Bailarina basculante (Bailarina verde)
- 9Les Vessenots en Auvers
- 10Hombre sentado
- 11Arlequín con espejo
- 12Mujer en el baño
- 13Piazza Navona, Roma
- 14Camino de Versalles en invierno
- 15Mata Mua (Érase una vez)
1 ⭐ Retrato de Giovanna Tornabuoni
Al llegar a la sala 5 —un espacio luminoso con suelo de mármol claro y paredes color crema— se desprende una atmósfera serena, propicia a la reflexión. Frente a usted, la joven Giovanna Tornabuoni, detenida de perfil, capta su atención. Pintada en 1488 por Domenico Ghirlandaio, luce los signos de una nobleza florentina desaparecida: las dos «L» bordadas de su marido Lorenzo, un broche delicadamente engastado con rubíes y perlas, y un rosario de coral —símbolo de piedad y protección divina.
⭐ Retrato de Giovanna Tornabuoni
Témpera sobre tabla, 77 × 49 cm
📍 2.º piso, sala 5 – Sección Retratos del Renacimiento
La obra, realizada poco después de su muerte en el parto a los veinte años, combina refinamiento material (brocado dorado, delicado pañuelo de seda) y hondura espiritual (libro de horas entreabierto, inscripción latina a modo de epigrama). El mensaje de Ghirlandaio es nítido: eternizar la memoria de Giovanna por la belleza y la virtud.
2 ⭐ Retrato de Enrique VIII de Inglaterra
Todavía en la misma sala, gire ligeramente hacia otro poder, igualmente imponente: Enrique VIII, plantado frente a usted. Este magistral retrato de Hans Holbein el Joven encarna el poder Tudor —el suntuoso atuendo, los anchos hombros, la postura firme y la estilización nítida típica del Renacimiento nórdico.
⭐ Retrato de Enrique VIII de Inglaterra
Témpera sobre tabla, aprox. 183 × 105 cm
📍 2.º piso, sala 5 – Sección Retratos del Renacimiento
Holbein capta toda la presencia del rey —con un trazo casi geométrico— y a la vez transmite su psicología: la mano en la cadera, la mirada directa, la seguridad de un monarca que abolió los monasterios para afianzar su dominio. Este retrato encarna el Arte como reflejo del poder absoluto y de la identidad política.
3 ⭐ Joven caballero en un paisaje
A dos pasos de la sala 5, se abre la sala 7, con paredes en tonos suaves que evocan el inicio de un viaje. Aquí preside un retrato de cuerpo entero, amplio y enigmático: Joven caballero en un paisaje, de Vittore Carpaccio. Lo que impresiona de inmediato es la presencia estoica del personaje: con armadura, gorra ligera, la mano apoyada en la espada, parece guardián de un territorio intemporal.
⭐ Joven caballero en un paisaje
Óleo sobre lienzo, 218,5 × 151,5 cm
📍 2.º piso, sala 7 – Sección Pintura italiana del siglo XVI
A su alrededor, un cortejo silencioso de animales —pavo real, ciervo, garza, perro— y una vegetación exuberante, cada uno con valor moral (inmortalidad, fidelidad, pureza), despliegan un universo simbólico complejo. El cartellino indica: Malo mori quam foedari («Mejor morir que deshonrarse»), acentuando la dimensión caballeresca y trágica. Según el Thyssen, esta obra, fechada entre 1505 y 1510, es el primer retrato de cuerpo entero conservado en Europa. Sometida a una restaur…
4 ⭐ Jesús entre los doctores
Al cruzar la entreplanta, la sala 8 se anima con una escena bíblica humana e intensa: Jesús entre los doctores, cuadro de Albrecht Dürer, pintado en tan solo cinco días durante su viaje a Venecia en 1506.
⭐ Jesús entre los doctores
Óleo sobre tabla, 64,3 × 80,3 cm
📍 2.º piso, sala 8 – Pintura alemana, siglos XV–XVI
La mirada capta de inmediato el momento de tensión: el joven Jesús, de doce años, en el centro, dialoga con los sabios del Templo. Dürer, humanista inspirado, opone la pureza de la infancia a la sabiduría a veces caricaturesca de los doctores —unos parecen sorprendidos, otros perplejos; sus gestos exagerados refuerzan el contraste—. Un detalle sutil: la mano abierta apoyada sobre el texto antiguo, señal de que la palabra divina también puede encarnarse en la escritura. La luz suave y la composición compacta vuelven la escena a la vez dramática e íntima, fiel al estilo nórdico de comienzos del siglo XVI.
5 ⭐ El Gran Canal desde San Vio, Venecia
Al entrar en la sala 17, le recibe la atmósfera apacible de la Venecia del siglo XVIII. Ante usted se extiende el Gran Canal visto desde el Campo San Vio, pintado por Canaletto, maestro indiscutible de las vedute. Adquirido en 1958, el lienzo figura entre sus primeras vistas —reconocible por la perspectiva elevada y la precisión casi fotográfica de la arquitectura—.
⭐ El Gran Canal desde San Vio, Venecia
Óleo sobre lienzo, 140,5 × 204,5 cm
📍 2.º piso, sala 17 – Sección «Vedute venecianas»
El cielo diáfano, los mármoles de las Procuradurías y el suave reflejo del agua bajo los edificios crean una armonía visual perfecta. El campanile de San Marcos se eleva en vertical, rompiendo la horizontal de las fachadas. Se distingue a una mujer en una ventana y a un hombre limpiando una chimenea —detalles que dan vida a la escena. Una vitrina interactiva muestra también una animación sobre la conservación de la ornamentación veneciana.
6 ⭐ Grupo familiar en un paisaje
En la sala 23, bañada por una luz difusa, este retrato familiar de Frans Hals rebosa vida. A diferencia de los retratos formales de su época, Hals opta aquí por una composición más relajada, casi espontánea. El padre, ligeramente vuelto hacia los suyos, mira al espectador con benevolencia. La madre, sentada, rodea con un brazo protector a un niño de sonrisa pícara.
⭐ Grupo familiar en un paisaje
Óleo sobre lienzo, aprox. 175 × 255 cm
📍 1.º piso, sala 23 – Retratos barrocos neerlandeses
La escena transcurre al aire libre, con un paisaje campestre verde al fondo, como una extensión natural de la armonía familiar. La pincelada rápida pero precisa de Hals capta la vitalidad de las expresiones, los gestos y los tejidos. Consigue insuflar a este lienzo una dimensión casi cinematográfica, donde cada personaje parece respirar. Es un testimonio raro de intimidad burguesa holandesa del Siglo de Oro, cargado de calidez y humanidad.
7 ⭐ Autorretrato con gorra y dos cadenas
En la sala 27, una mirada intensa le atraviesa: la de Rembrandt, que se representa con serena dignidad. Tocada con una gorra de terciopelo marrón y adornada con dos cadenas de oro —símbolos de prestigio artístico—, el artista nos brinda un retrato introspectivo a medio camino entre la grandeza y la vulnerabilidad.
⭐ Autorretrato con gorra y dos cadenas
Óleo sobre tabla, 71 × 55 cm
📍 1.º piso, sala 27 – Maestros neerlandeses del siglo XVII
Pintado en la cima de su carrera, este autorretrato combina la rigurosidad del trazo con la flexibilidad de la materia pictórica. Las sombras se arremolinan alrededor del rostro; el claroscuro típico de Rembrandt modela las arrugas, las dudas, la sabiduría. No busca halagar su imagen: se escruta, se interroga. Es un cuadro-espejo, a la vez confesión y afirmación. La pose se inspira en los retratos de aparato italianos, pero la verdad que transmite es profundamente humana.
8 ⭐ Bailarina basculante (Bailarina verde)
En la sala 33, la ligereza del papel responde a la ligereza del paso. Esta bailarina en movimiento, captada en medio de un desequilibrio gracioso, es una de las figuras más sensibles de Edgar Degas. A diferencia de sus escenas de conjunto, aquí solo se ve a una bailarina, en un movimiento detenido como por milagro. Las demás figuras están esbozadas, evanescentes, fuera de campo.
⭐ Bailarina basculante (Bailarina verde)
Pastel y gouache sobre papel, 64 × 36 cm
📍 1.º piso, sala 33 – Impresionismo francés
El verde vibrante del tutú contrasta con el fondo rosa pálido, creando una tensión cromática. La textura del pastel, aplicada en capas finas o gruesas, evoca la flexibilidad del tejido y el calor del cuerpo. Degas, fascinado por el mundo del ballet, busca aquí traducir el instante —el cansancio, el impulso suspendido— más que un retrato idealizado. Es a la vez un estudio del movimiento y un homenaje a la belleza efímera.
9 ⭐ Los Vessenots en Auvers
Pocas semanas antes de su muerte, Van Gogh pintó este paisaje de Auvers-sur-Oise, no lejos de la posada donde vivía. El lienzo, alargado como un friso, está atravesado por olas de campos amarillos y verdes, casas modestas de tejados anaranjados y árboles aislados —un mundo rural captado en su sencillez.
⭐ Los Vessenots en Auvers
Óleo sobre lienzo, 49,5 × 93,5 cm
📍 1.º piso, sala 34 – Posimpresionismo
Pero bajo esta aparente tranquilidad late una emoción poderosa: cada pincelada parece un aliento, cada forma un latido. Aquí, Van Gogh pinta el silencio, el arraigo, el final del camino. La composición horizontal evoca casi una última mirada. Es un cuadro de paz inquieta, de soledad luminosa, profundamente conmovedor.
10 ⭐ Hombre sentado
En la sobria y silenciosa sala 41, un hombre anónimo está sentado frontalmente, como una figura esculpida. La mirada parece ausente, o vuelta hacia el interior. En sus últimos años, Cézanne busca descomponer la realidad en formas geométricas estables —aquí, las piernas cruzadas, el torso erguido, los hombros macizos—.
⭐ Hombre sentado
Óleo sobre lienzo, 92 × 73 cm
📍 1.º piso, sala 41 – Hacia el cubismo
La paleta se reduce a lo esencial: azules, marrones, beiges. Cada pincelada construye más que describe. El fondo se funde con la figura; los contornos se difuminan o se subrayan. Ya no es un simple retrato: es un ejercicio de equilibrio entre observación y abstracción que anuncia el cubismo de Picasso. Una obra silenciosa y, a la vez, revolucionaria.
11 ⭐ Arlequín con espejo
En este sorprendente lienzo de su periodo neoclásico, Pablo Picasso revisita la figura del arlequín —uno de sus temas predilectos— y le confiere una dimensión casi introspectiva. Arlequín con espejo sitúa en el centro a un personaje teatral con traje colorido, que sostiene un pequeño espejo circular en una mano, mientras su mirada parece perdida en un ensueño silencioso. Detrás de la máscara aparentemente festiva se esconde un retrato cargado de melancolía. Esta obra se ha interpretado como una autorrepresentación simbólica del propio Picasso, en una época en la que se inclina por un estilo más monumental y clásico, influido por su viaje a Italia tras la Primera Guerra Mundial.
⭐ Arlequín con espejo
Óleo sobre lienzo, 100 × 81 cm
📍 1.º piso, sala 45 – Pintura del siglo XX (entreguerras)
La obra combina una estructura formal rigurosa con un tratamiento pictórico que evoca la escultura antigua. La composición es frontal, casi inmóvil, como si el arlequín posara para una fotografía detenida en el tiempo. El espejo que sostiene en la mano derecha podría simbolizar una búsqueda de identidad o una reflexión sobre la imagen del propio artista. Este cuadro funde la herencia del cubismo con un enfoque más depurado y marca una etapa clave en la evolución estilística de Picasso a comienzos de la década de 1920. Figura entre las piezas mayores de la Colección Carmen Thyssen y cierra con acierto la serie de obras de entreguerras de esta sala.
12 ⭐ Mujer en el baño
Última etapa de la colección permanente antes de pasar a la Colección Carmen Thyssen: Roy Lichtenstein le proyecta a una viñeta de cómic ampliada a escala de museo. Una mujer estilizada, desnuda en su baño, enmarca su rostro con una mano extendida. Su mirada es fija, casi dramática, pero los puntos Ben-Day, los colores vivos y el estilo neutro impiden cualquier emoción real.
⭐ Mujer en el baño
Acrílico sobre lienzo, 152 × 122 cmm
📍 1.º piso, sala 52 – Pop Art
Es precisamente esta paradoja lo que da fuerza al cuadro: Lichtenstein juega con la superficialidad, la estilización extrema y la ilusión del relato. El agua está hecha de trazos azules; las sombras son planos uniformes. Desvía los códigos del cómic femenino y los eleva a la categoría de arte conceptual. Una manera brillante de cerrar la visita, confrontando al espectador con la imagen de masas, la emoción prefabricada y la estética industrial.
13 ⭐ Piazza Navona, Roma
Entra en una sala bañada de luz, dedicada a las vistas urbanas del Grand Tour. Ante usted se abre una de las plazas más célebres de Italia: la Piazza Navona, pintada en 1699 por Caspar Adriaansz van Wittel, más conocido como Vanvitelli. Pintor neerlandés afincado en Roma, está considerado el precursor del vedutismo italiano, mucho antes que Canaletto.
⭐ Piazza Navona, Roma
Óleo sobre lienzo, 56 × 132 cm
📍 Planta 0, sala A, Colección Carmen Thyssen
La escena se despliega como una fotografía panorámica: la iglesia barroca de Sant’Agnese in Agone se alza a la izquierda, la Fuente de los Cuatro Ríos ocupa el centro, y el mercado bulle a sus pies. Vanvitelli recurre a una perspectiva rigurosa y a un realismo minucioso, y a la vez captura el ambiente vibrante de la Roma del siglo XVII. Se percibe el aliento de la Ciudad Eterna, entre fasto religioso y vida cotidiana.
14 ⭐ Camino de Versalles a Louveciennes, suelo invernal y nieve
Cambia la atmósfera: la nieve amortigua los sonidos, el cielo está bajo, los árboles desnudos. En esta escena invernal pintada por Camille Pissarro, pionero del impresionismo, el camino de Versalles a Louveciennes parece desierto, casi suspendido. Las pinceladas son rápidas, casi difusas, y traducen la luz desvaída de un suelo nevado bajo un sol velado.
⭐ Camino de Versalles a Louveciennes, suelo invernal y nieve
Óleo sobre lienzo, 54 × 92 cm
📍 Planta 0, sala D, Colección Carmen Thyssen
Esta obra es uno de los escasos testimonios del periodo de Pissarro anterior a la guerra franco-prusiana, que le obligó a exiliarse en Inglaterra. Resume a la perfección su capacidad para captar la tranquilidad rural, la impresión fugaz de un momento de silencio helado. Para contemplar lentamente, como un soplo de invierno sobre el lienzo.
15 ⭐ Mata Mua (Érase una vez)
Por último, en una sala de paredes rojas intensas, un cuadro acapara todas las miradas: Mata Mua (Érase una vez), obra maestra de Paul Gauguin y una de las pinturas más valiosas de la Colección Carmen Thyssen.
⭐ Mata Mua (Érase una vez)
Óleo sobre lienzo, 91 × 69 cm
📍 Planta 0, sala F, Colección Carmen Thyssen
Mata Mua es también el centro de un folletín museístico: durante mucho tiempo prestado por Carmen Thyssen al museo, fue retirado temporalmente de la exposición antes de ser reincorporado. Encapsula, por sí solo, la tensión entre colección privada y bien público —y uno de los puntos culminantes del simbolismo moderno.
🍴 Sugerencias para comer y beber cerca del Museo Thyssen-Bornemisza
Tras admirar las obras maestras del Museo Thyssen-Bornemisza, nada como una pausa sabrosa para prolongar la experiencia. El barrio está repleto de direcciones acogedoras: desde terrazas soleadas y tabernas tradicionales hasta brunches creativos y elegantes steakhouses. Aquí tienes una selección de restaurantes y cafés a pocos pasos del museo, elegidos por su calidad, ambiente y capacidad para ofrecer una verdadera inmersión en el arte de vivir madrileño. Busques un bocado rápido o una pausa más larga, estos locales te prometen un momento tan agradable como delicioso.
🥩 La Vaca Argentina – El arte de la carne argentina en pleno Madrid
A un paso de las alamedas del Paseo del Prado, La Vaca Argentina Ventura invita a una escala sabrosa donde el calor de Buenos Aires se funde con la elegancia madrileña. En el interior, una luz tenue acaricia las maderas oscuras, los muros de ladrillo y los manteles impecables, creando un ambiente acogedor, chic y cercano. Los camareros, sonrientes y discretos, acompañan a los comensales en un verdadero ritual en torno a la carne, con especial atención al punto de cocción, las salsas caseras y la selección de vinos argentinos.
Es el paraíso de los amantes de la parrilla: el entrecot de ternera argentina, fundente y jugoso, es la estrella indiscutible. Pero la carta también depara gratas sorpresas como la provoleta (queso fundido con hierbas), la empanada criolla y guarniciones generosas. En sala o en terraza, se disfruta de una cocina potente y auténtica, en un ambiente tranquilo y refinado que contrasta con el bullicio del centro. Un lugar ideal para un almuerzo de calidad tras la visita al Thyssen.
🥩 La Vaca Argentina
🍳 Brunchit – Las Letras – Pausa vitaminada en un loft luminoso
A dos calles del Thyssen, en el corazón del barrio literario de Las Letras, Brunchit es una dirección muy apreciada por los amantes de los brunchs golosos y el café de especialidad. Tras la sobria fachada se abre un amplio espacio bañado por luz natural, donde la madera clara, las plantas colgantes y el arte contemporáneo crean un ambiente urban chill decididamente moderno. El ambiente es cercano y relajado, con una clientela que mezcla visitantes curiosos y madrileños fieles.
Se viene por sus generosas avocado toasts, tortitas esponjosas, huevos benedictinos perfectamente napados y zumos recién exprimidos. El flat white es sedoso, y los bowls de colores compiten en estética y sabor. Es el lugar perfecto para una pausa sana, estilosa y golosa entre visitas culturales, o para sentarse con calma bajo una claraboya mientras sorbes un latte con leche vegetal.
🍳 Brunchit – Las Letras
🍕 Lamucca de Prado – Espíritu bohemio y cocina generosa a dos pasos del museo
Situado justo frente al Jardín Botánico, Lamucca de Prado llama la atención de inmediato con su fachada acristalada y su amplia terraza animada. El interior, a la vez rústico y urbano, mezcla ladrillo visto, lámparas industriales y mobiliario vintage en un ambiente cálido y ecléctico. El lugar vibra desde la mañana hasta tarde, acogiendo tanto a grupos de amigos como a visitantes en busca de una buena comida tras el Thyssen.
La carta, amplia y amable, apuesta por pizzas al horno de leña, ensaladas generosas, tartares de la casa y hamburguesas sabrosas. Mención especial para su pizza de trufa y setas, a menudo citada entre las mejores de Madrid. El servicio es rápido, el ambiente distendido y los precios razonables para un entorno tan agradable. Una dirección sencilla y con estilo, ideal para recargar energías sin alejarse de la efervescencia madrileña.
🍕 Lamucca de Prado
🌿 Las Terrazas del Thyssen – Una pausa elegante en los jardines del museo
Instalado sobre una gran explanada en el corazón de los jardines del Thyssen, Las Terrazas del Thyssen es una dirección única que une cultura y descanso en un entorno verde. A la sombra de los parasoles y rodeado de esculturas contemporáneas, aquí se saborea el lujo discreto de un café al aire libre, en uno de los barrios más bellos de Madrid. La vista al Paseo del Prado, la brisa suave y la calma del lugar contrastan con el ajetreo urbano.
La carta ofrece una cocina ligera y cuidada, ideal para un almuerzo entre visitas: ensaladas frescas, tostadas creativas, postres caseros y una amplia selección de vinos y cócteles. El servicio es atento, las mesas están bien espaciadas y el ambiente es apacible. El lugar perfecto para prolongar la visita al museo tomando el tiempo… sin prisas.
🌿 Las Terrazas del Thyssen
🍰 Lola Si Mola – El rincón dulce que enamora
A pocos minutos a pie del Thyssen, escondido en una calle tranquila del barrio de Las Letras, Lola Si Mola es un refugio pastel donde uno se siente como en casa desde el primer segundo. Esta pequeña cafetería-pastelería de encanto retro apuesta por una decoración alegre, flores frescas y una vitrina repleta de tartas caseras que invitan a sentarse de inmediato.
Es el lugar perfecto para una pausa golosa tras el museo: carrot cake esponjoso, cheesecake cremoso, tartas de fruta de temporada, cafés latte de colores e infusiones artesanales. El ambiente es cercano, el servicio atento y cada pastel se elabora con cariño. Se viene a darse un capricho, a charlar o simplemente a saborear un momento suspendido en un espacio acogedor.
🍰 Lola Si Mola
ℹ️ Museo Thyssen-Bornemisza Madrid: acceso e información útil
📍 Dirección
P.º del Prado, 8, Centro, 28014 Madrid, España🚇 Metro
Línea 2 – estación Banco de España🚆 Cercanías
Líneas C3 y C4 – estación Madrid-Sol (10 min a pie por la Calle de S. Jerónimo)🚍 Bus
Líneas: 10 - 14 - 27 - 34 - 37 - 45 - C03parada: Neptuno (frente al museo)
🚲 Bicicletas BiciMAD
Calle del Marqués de Cubas💡 Consejo fotográfico
Para aprovechar al máximo la visita, empieza por las salas de la colección permanente en las plantas superiores y desciende después hacia las exposiciones temporales y la Colección Carmen Thyssen en la planta baja.🗺️ Mapa interactivo del Museo Thyssen-Bornemisza: prepara tu itinerario
Para enriquecer tu experiencia in situ o planificar el itinerario desde casa, he diseñado un mapa interactivo completo, pensado para ser intuitivo, útil y con geolocalización. Este mapa no se limita al museo: cubre todo el barrio circundante y los servicios útiles para los visitantes. Encontrarás:
🖼️ El Museo Thyssen, por supuesto, en el centro, listo para darte la bienvenida.
🚇 Las estaciones de metro y líneas de autobús más cercanas, con todas las correspondencias útiles
🚉 Paradas de Cercanías Renfe y estaciones de BiciMAD para los amantes de la bici
🏛️ Monumentos emblemáticos para descubrir a pie, a menos de 10 minutos del museo: fuentes, plazas, edificios históricos
🍽️ Una selección de restaurantes probados o recomendados por su ubicación, ambiente u opciones específicas
🗺️ Y, con un clic, la posibilidad de mostrar las líneas de transporte exactas que pasan cerca
Para una experiencia óptima sobre el terreno, abre el mapa interactivo a pantalla completa. Podrás activar la geolocalización, seguir tu posición en tiempo real y navegar fácilmente entre los puntos de interés y el transporte.
👉 Abrir el mapa interactivo a pantalla completa en MapHub
🌇 Conclusión: Una paleta de obras maestras en el corazón de Madrid
Ya seas amante del arte antiguo, apasionado de la pintura moderna o simplemente un curioso en busca de belleza, el Museo Thyssen-Bornemisza te abre las puertas a un universo rebosante de emociones y estilos. De los retratos renacentistas a las audacias del pop art, cada sala es una escala en el tiempo y cada obra, un encuentro singular. Enriquecido por la Colección Carmen Thyssen y enmarcado por las maravillas del Paseo del Arte, este museo no solo se visita: se vive.
Tómate el tiempo de deambular, observar los detalles, detenerte ante el cuadro que te llame—y no olvides saborear el instante, a la sombra de las terrazas vecinas o siguiendo la aventura en los otros museos del barrio. El Thyssen es mucho más que un museo: es un puente entre épocas, un viaje íntimo por la historia del arte.
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Explorar los museos emblemáticos
Guía completa de los grandes museos de Madrid
Selección de imprescindibles: Museo del Prado, Museo Thyssen-Bornemisza, Museo Reina Sofía y muchos más.
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